Exploremos la desconexión entre la formación de talento y las necesidades empresariales, integrando la perspectiva de la modernidad líquida de Bauman:
Durante años, hemos operado bajo una premisa: la empresa como cazadora de talento, enfocada en encontrar la «pieza perfecta» en lugar de formarla desde adentro. Esta visión, anclada en una era de relativa estabilidad, hoy se revela obsoleta ante la fluidez implacable de la modernidad líquida que Zygmunt Bauman brillantemente describió.
En este contexto de constante cambio, donde las estructuras se desvanecen y la incertidumbre es la nueva normalidad, la desconexión entre la formación de talento y las necesidades empresariales se ha vuelto un lastre crítico. Las empresas, a menudo, han priorizado la contratación externa, buscando soluciones rápidas sin invertir en el desarrollo continuo de su activo más valioso: su gente.
La modernidad líquida nos presenta un panorama de oportunidades y desafíos constantes.
Efectos Positivos:
- Adaptabilidad y Flexibilidad: La fluidez del entorno exige profesionales capaces de aprender y desaprender con agilidad
- Mayor Conciencia de la Necesidad de Desarrollo: La obsolescencia de habilidades se acelera, lo que genera la necesidad de formación continua.
- Nuevas Formas de Aprendizaje: La tecnología y la digitalización abren posibilidades para el aprendizaje personalizado.
Efectos Negativos:
- Desarraigo y Falta de Compromiso a Largo Plazo: La modernidad líquida puede dificultar la construcción de un compromiso entre los colaboradores y la empresa.
La inversión en formación podría ser un riesgo ante la posibilidad de alta rotación:
- Individualismo y Competencia Desmedida: La presión por destacar en un mercado laboral líquido puede fomentar un individualismo extremos
- Sobrecarga de Información y Parálisis por Análisis: La velocidad del cambio puede generar una sensación de parálisis y ansiedad.
Urge un Nuevo Enfoque.
Debemos transitar hacia un nuevo paradigma: la empresa INNusual como forjadora de talento:
- Invertir en el Desarrollo Continuo: Con procesos alineados con los objetivos estratégicos.
- Fomentar la Adaptabilidad y la Antifragilidad. Desarrollar habilidades interpersonales, como la agilidad, la creatividad y la inteligencia emocional.
- Construir Comunidades de Aprendizaje: Promover la colaboración, el intercambio de conocimientos
- Personalizar las Trayectorias de Desarrollo: Reconocer la singularidad de cada individuo y ofrecer programas de formación a la medida.
En la modernidad líquida, el talento ya no es un recurso estático que se encuentra, sino un flujo dinámico que se cultiva.
Las empresas que se conviertan en verdaderas escuelas de talento y prosperarán en este nuevo entorno.
#DesarrolloOrganizacional
#ModernidadLiquida
#EmpresasINNusuales
#FormacionDeTalento