Hace años, en un programa de actualización directiva en Estados Unidos, el instructor (Dr. Don Beck), formó grupos entre los participantes, con el fin de trabajar en aplicaciones practicas sobre el concepto de Diseños Naturales.
Como en el programa asistimos 4 o 5 mexicanos vinculados a una misma empresa, el Dr. Beck nos invitó a formar un grupo y realizar un ejercicio mental, pidiéndonos que «diseñaramos» un competidor que borrrara del mapa a la empresa que representabamos.
Este simple reto, ayudó a que nuestra imaginación volara y -sin entrar en detalles- descubrimos que las organizaciones, potencialmente pueden tener muchos futuros, de hecho, practicamente un número infinito de futuros. Y a pesar de ello, tendemos a concebir futuros que tienden a ser solo una extensión del presente, por lo que denominamos a este tipo de futuros, «El Futuro Lógico», sustentado básicamente en continuar haciendo más de los mismo y bajo la premisa o inercia de que «más es mejor».
Este hallazgo tan sencillo, nos llevó a inferir que para todas las organizaciones debieran de existir un número infinito de «¡Futuros ilógicos!». Y de esta forma es como podemos concebir que un competidor ideal, como aquel que lejos de ser muy fácil de vencer, debiera ser todo lo contrario -es decir- ¡imposible de vencer!
Y siguiendo con ese orden de ideas, de poder existir ese «competidor ideal» o imposible de vencer, ¿por qué no transformar nuestra empresa en ese competidor imbatible?
Ahora que escribo estas ideas, después de varios años de vivir ésta experiencia, me doy cuenta que el diseñar una evolución planeada de nuestra empresa en esa dirección, de manera natural pondría bajo la lupa nuestra misión y visión actuales, mas NO debiera cuestionar o ignorar nuestros valores. Ya que, tambien es cierto que hoy en día podemos tener uno o varios competidores muy difíciles de vencer, no es necesariamente porque sean muy innovadores o competitivos, sino porque recurren a prácticas de hacer negocios fuera del marco legal.
Luego entonces, para auto-convertirnos en un competidor ideal, puede equivaler a diseñar y construir futuros ilógicos para nuestras empresas.
Después de todo, hoy existen muchas soluciones a problemas o necesidades en el mercado que hace 5, 10, 15 o más años era inconcebibles o imposibles de llevar a cabo. Y por aquí se cierra el ciclo de pensamiento, reconociendo a la innovacion como el espacio en que nos permitimos pensar en lo imposible, para que desde ese punto del futuro, regresemos al presente a explorar soluciones que inicialmente no pasaban por nuestra mente.
En forma adicional, también podemos reconocer, que las soluciones radicalmente innovadoras con frecuencia no responden a las necesidades explicitas de nuestros clientes actuales, sino a necesidades que aun nuestros clientes actuales no han reconocido como tales, y por ese simple hecho, es difícil que las consideremos seriamente entre las alternativas para nuestra nueva generacion de productos y servicios, y en estos casos si nos movemos en el plano de lo aparentemente «lógico», (terreno aparentemenete seguro) estaremos perdiendo valiosas oportunidades de concebir, diseñar y construir, mejores futuros para nuestras empresas u organizaciones.
Sus ideas y comentarios, ¡son bienvenidos!