El desarrollo de productos, nos lleva a aumentar el valor de lo que hacemos y poder salir de la ciénega del subdesarrollo. No es suficiente que tengas el mejor equipo de computadora y los mejores programas, necesitas algo más. Bastante más. Para poder desarrollar tus productos tienes que cambiar hasta tu filosofía de la vida. Palabra.
Muchos de los que nos dedicamos a estudiar los desarrollos tecnológicos, tendemos a ser concretos. Claro que nos gusta la teoría, pero para aluzarnos el camino de la práctica. Lo que a veces nos desespera es la teoría especulativa o la ciencia semi-abstracta cuando está lejos de la realidad. En general, también consideraramos a la filosofía como etérea y muchas veces nos resulta insulsa, sin salsa.
Sin embargo, yo creo que esto se debe a que nuestros profesores de filosofía estaban retirados del mundo del quehacer físico. Pues tradicionalmente la medicina, las matemáticas, la física, la química, la astronomía han estado mezclados e interpretados por la filosofía.
Existen sabrosos intentos de agudos filósofos, por entender a la naturaleza frente a frente a la extraña naturaleza del hombre creador. El hombre se ha desarrollado más que los perros, por decir, entonces se sospecha que el hombre puede llegar a ser libre de miedos, abusos, enfermedades y tragedias. De ahí que una parte de las investigaciones o estudios de filosofía se han dedicado a comprender la naturaleza de la innovación.
Entonces algunos filósofos, se han clavado a estudiar la originalidad, la creatividad, la pureza de la idea, el todo y las partes, el ser completo, la sustancia, la cosa en sí misma, el fondo, el contenido, lo verdadero, y estas investigaciones a veces las han ligado al diseño de productos. Increíble, pero lo he visto en Nietszche, Pierce, James, en Arthur Danto, en Ligtenberg. en Russell, en Heidegger, en muchos más incluyendo a Wittgenstein.
Lo que pasa es que desde Aristóteles se comprendió lo fácil que la gente puede ser engañada con argumentos falsos, llenos de falacias, con gatos en vez de liebres, con adornos en vez de cuerpo, con coloretes en vez de excitación del rostro, con lo periférico, lo artificial, lo secundario, lo parchado y el pastiche.
A vía de ejemplo, me voy a concentrar en una transcripción libre, no textual sino anotada de una serie de frases y párrafos extraídos de escritos del duro y reseco filósofo Ludwig Wittgenstein. No se metió al diseño de productos a propósito sino de tangente y sus observaciones aparecen en apuntes que hizo de su diario. Wittgenstein se dio cuenta del interesante problema del diseño y la actitud radical que debes optar para no copiar y no convertirte tu mismo en una copia sin valor.
Wittgenstein escribió las siguientes frases, que seleccioné y modifiqué un poco para esta columna. Las originales pueden entresacarlas del libro «Culture and Value» de este filósofo.
- Es bueno que no me permita dejarme influenciar.
- Si yo digo que la muchacha A tiene hermosos ojos y alguien me pregunta qué encuentro hermoso en esos ojos, a lo mejor le digo que su forma almendrada, sus bordes delicados, pero el asunto es ¿qué encuentro en común con una catedral gótica que también encuentro hermosa? o Encuentra las razones para decir que algo es hermoso o que es bueno y luego entonces, esa gramática especial de las palabra «bueno o hermoso», será más evidente.
- Me sorprende la gran similitud entre una investigación filosófica y una investigación estética. Por ejemplo, averiguar ¿qué es lo malo de esta prenda de vestir, cómo debería de ser?
- Préstale atención a lo más puro de los objetos, son aquellos atributos que no afectan a los sentidos, por ejemplo los números.
- El edificio de tu orgullo debe ser desmantelado y esto es un trabajo terriblemente duro.
- En el pensar también hay un tiempo de arar, de cultivar y también hay su tiempo de cosechar.
- Tu coraje, es decir el atrevimiento apasionado, siempre es original.
- No tomes ejemplos de otros, mejor usa a la naturaleza como ejemplo.
- Las ideas también a veces se caen del árbol cuando todavía no están maduras.
- No hay más luz en un genio que en cualquier otro hombre honesto, lo único es que el genio tuvo unos lentes especiales para saber concentrar su luz y prenderle fuego a un punto.
- Yo creo que mi originalidad es una originalidad que le pertenece a mi suelo y no a la semilla. Si siembras una semilla en mi suelo va a crecer diferente que en otro suelo.
- Hasta una obra de arte tiene algo que corresponde al estilo y algo que es un defecto de manía y de copia.
- Hay obras maestras que tienen menos estilo que las primeras palabras de un bebé.
- Uno podría decir, qué leyes tan maravillosas el Creador construyó dentro de los números.
- Lo que es bonito, no puede ser hermoso.
Yo podría agregarle a Wittgenstein de que lo bonito es superficial, lo hermoso es más de adentro y dura más, pero lo más profundo sería la guapura, que dura toda la vida. ¿Ven los niveles de diseño?