Cuando escuchamos la frase “pase de estafeta” es muy probable que venga a nuestra mente una carrera de relevos, quienes hemos visto este tipo de carreras, quizá recordemos más de un caso, en donde la diferencia entre el primero y segundo lugar se debio a la “calidad” de uno de los cuatro pases de estafeta que ocurren en una típica carrera de relevos del tipo 4X100.
Si mentalmente cambiamos el escenario, y vemos nuestro trabajo y vida diaria, observaremos que con frecuencia vivimos otro tipo de pases de estafeta, en ocasiones con algo tan simple como dejar un recado a un ser querido pidiéndole un favor, y horas después darte cuenta que ¡no vio el recado!, o que no entendió nuestra horripilante letra.
¿Van logrando imaginar más “pases de estafeta” en su vida familiar o laboral?
Podemos incluir, los típicos “es que yo creía”, cuando en tu trabajo, mas de dos colaboradores o colegas, “creían” que hacer cierta tarea importante la haría otra persona, y no ellos mismos. La verdad es que si ponemos atención nos daremos cuanta de decenas de pases de estafeta que ocurren en nuestra vida diaria, y que si fueran sonoros, podriamos estar aturdidos de tantan estafetas caídas y/o ignoradas.
En este artículo, les propongo que haciendo uso de nuestra memoria y experiencias, regresemos a las aulas escolares, o quizá alguno de los lectores aun asiste a una institución educativa todos los días, ya sea en calidad de alumno, maestro, personal de soporte o directivo.
No importa en que grado se enfoquen, y asumamos que como aun sucede en muchos países, existe una calificación mínima para aprobar un curso, e imaginemos que es un primer curso de una serie de tres o cuatro cursos sobre el mismo tema. Por ejemplo Historia del Arte 1 que es pre-requisito para poder cursar Historia del Arte 2, o Matemáticas 1, que debemos aprobar para poder cursar Matemáticas 2, o en una carrera de ingeniera, que piden haber aprobado Física 1, Matemáticas 1 y Estática, antes de poder cursar Dinámica.
Muy bien, espero ya se hayan trasladado mentalmente a este tipo de ambiente escolar, y seguramente recordarán, que la calificación mínima aprobatoria era 6 de 10 puntos o 60 de 100 puntos, y en otras instituciones la referencia mínima era 7 o 70 respectivamente. Ahora, permítanme hacer una simplificación y suponer que si apruebas una materia con 7 significa que has adquirido el 70% de los conocimientos para continuar con la siguiente o siguientes materias en la ruta diseñada en tu plan de estudios.
¿Qué pasa con el 30% restante?, ¿ese conocimiento en dónde quedó?, ¿qué sucede cuando al inciar el siguiente curso, el maestro o maestra asume que todos los alumnos del salón, vienen de haber aprobado el curso anterior con la máxima calificación?
O acaso, ¿alguna vez el maestro se tomo la molestia de registrar a un lado de su nombre su calificacion en el curso previo?
Y siguiendo con este orden de ideas, si diez alumnos en el mismo salón su calificación previa es 7, ¿significa que saben lo mismo e ignoran lo mismo?, y si incluimos una variable adicional, y consideremos que los diez alumnos provienen de escuelas o maestros diferente, ¿ese 7 que ostentan es equivalente a que los diez alumnos tienen el mismo nivel de comprensión y conocimientos?
Otra pregunta, ¿qué probabilidad tendrán esos alumnos con calificación de 7, de poder obtener una mejor calificación en el nuevo curso?
Mientras van evocando sus experiencias o quizá es algo que hoy viven ustedes mismos o sus hijos o familiares cercanos, les invito a explorar esta transición entre un año escolar o semestre escolar y otro como un pase de estafeta. ¿Alguien se tomó la molestía de diseñar esa transición?
¿Recuerdas algun curso, en el cual, desde el primer día parecía que el maestro estaba hablando una extraña lengua interplanetaria?, ¿qué hiciste?, ¿qué pensaste? Y aun más importante, ¿qué sentiste?, o quizá tu hija llega después de su primer día de clase, y con mucho entusiasmo le preguntas: ¿cómo te fue?… y ves una cara o carita (según la edad) de angustia y los ojos vidriosos.
¿Por qué, por décadas y décadas se ha puesto muy poca atención a estos importantisimos “pases de estafeta”?
Les platicaré un poco de mi experiencia personal (¿es pleonasmo?), pienso que en mi caso existieron 5 factores de suma importancia para mi paso por las aulas:
1. Un padre exigente que esperaba lo mejor de sus seis hijos (yo soy el tercero)
2. Una madre mayormente “buena onda”, pero tambien disciplinada que hacía lo que estaba a su alcance para que hiceramos la tarea antes de salir disparados a jugar
3. El que mis padres detectaran, cuando estaba en cuarto grado que era miope, y ¡bastante!, de manera que antes de usar lentes con gruesos cristales, la verdad es que NUNCA vi el pizarron, y mucho menos lo que el maestro escribía en el mismo. A partir de que empece a usar lentes, junto con las burlas típicas de mis compañeros el promedio de mis calificaciones subió de 7 a 9 y en ocasiones un poquito más
4. A pesar de mi padre solo había podido cursar hasta segundo de secundaria y mi madre hasta 6o de primaria, tuve en casa y muy a la mano a dos excelentes “maestras” que fueron mis dos hermanas mayores. Por ejemplo si yo cursaba 4o de primaria mi segunda hermana ya estaba en 6o y la mayor en 2o de secundaria.
De manera que tuve lo equivalente a un “Club de tareas” en casa, y no solo eso, mi padre había fijado un pequeño pizarrón en la pared de uno de los pasillos de la casa y mis hermanas -excelentes estudiantes por cierto- juntas hacian sus tareas y se apoyaban la una a la otra y practicaban ejercicios de aritmética en ese pequeño pizarrón, y yo para entonces ya portaba mis flamantes lentes de manera que veía y escuchaba cuando mi hermana mayor, le explicaba a mi segunda hermana que estaba viendo operaciones algebraicas que incluían letras y números, y le mostraba ejemplos, mismo que despertaron mi interés por las matematicas, y además, cuando iba subiendo de grado con frecuencia llegaba al primer día de clase con una salpicada de conocimientos que se suponía vería por primera vez, lo que seguramente mejoraba la “calidad” del pase de estafeta entre un curso y otro.
Aun recuerdo cuando mi hermana mayor en tercero de secundaria llevo sus primeras clases de Física, y llego a compartirnos que el maestro les habia enseñado que la materia no se destruye, solo se trasnforma. Y eso nos mantuvo buena parte de la tarde pensando y hasta haciendo un experimento de quemar un papel y comprobar que se habia trasnformado en humo y ceniza. Esto quiere decir que en 5o de primaria, ya estaba llevando a cabo un primer experimento de Física de 3o de secundaria.
5. En su gran mayoría tuve muy buenos maestros y no pocos que considero excelentes
Y en honor a la verdad solo recuerdo un maestro a nivel universitario que diseñó su propio método para lograr un pase de estafeta de CALIDAD. Fue el Dr. Eugenio García Gardea, clase de Dinámica para estudiantes de ingeniería, el primer día de clase, se presentó y nos pidió que solo dejaramos a la mano UN lápiz, acto seguido nos repartio examenes, ¡de estática!, la materia que deberiamos dominar para estar en su curso, así directito, sin decir agua va, hicimos lo mejor que pudimos, pues la verdad nadie se lo esperaba, y a la siguiente clase nos entregó los examenes revisados, mayormente obtuvimos calificaciones entre 3 y 7 (lo que r
ecuerdo) sobre 10 puntos máximo.
Y nos dijo algo así: “muchachos, revisen bien sus examenes y principalmente lo que no supieron responder correctamente, ya que esos conocimientos son los mínimos indispensables para que comprendan esta clase. Si ustedes tienen dudas relacionadas con estos conceptos busquen sus libros de estática y vuelvan a estudiarlos, NO me voy a detener en explicar lo que ya deberían de saber.
Es probable que para algunos lectores se les haga un método algo drástico, sin embargo en lo personal, me quedó muy claro en dónde estaban mis deficiencias y que era mí responsabilidad subanarlas.
Pienso que una forma efectiva para impulsar la calidad educativa en todos los niveles es precisamente que logremos mejorar e innovar en estas transiciones de grados o pases de estafetas, seguramente podremos mejorar de una manera muy importante los niveles de comprensión y aprendizaje, reducir frustraciones en alumnos y maestros, mejorar la eficiencia terminal (menor deserción) y formar estudiantes mucho mejor preparados y avídos de seguir aprendiendo y mejorando las centenas de pases de estafeta que viviran en su vida personal y laboral.